Agradecida por todas las familias que tuve el placer de ayudar este año organizando sus hogares para mejorar su calidad de vida.
Por detrás de cada proyecto de organización hay una historia para contar. Siempre hay un motivo, una frustración, un deseo.
Mientras vamos diseñando lo que mejor pueda funcionar para cada uno, vamos conociéndonos más. En la deconstrucción del caos lidiamos con las decisiones no tomadas, las barreras invisibles, los miedos silenciados.
Con el apoyo adecuado el bloqueo da espacio a un nuevo músculo que se desarrolla a cada pregunta “esto queda o se va?”. La autoestima se va fortaleciendo, la familia se va uniendo y aprendiendo juntos, las dudas haciéndose pasado y los planes de futuro empiezan a ser más visibles.
El resultado estético final es solo una pequeña porción de toda la ecuación.
Hoy solo quiero agradecer a todas las familias que confiaron en mi trabajo y apostaron por ayuda profesional para lidiar de una vez por todos con el problema.
Un abrazo extra especial a quien se ha tomado el tiempo para evaluarlo. Cada palabra cuenta.